La diabetes mellitus es una enfermedad crónica, que se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la insulina que produce. Ocasionando niveles de glucosa en sangre inapropiadamente elevados. El termino mellitus proviene de origen latín que significa dulce. Una revisión de la historia muestra que el término "diabetes" fue utilizado por primera vez por Apolonio de Menfis alrededor del 250 al 300 a.C. Las antiguas civilizaciones griega, india y egipcia descubrieron la naturaleza dulce de la orina en esta condición y, por lo tanto, surgió la propagación de la palabra Diabetes Mellitus.
La glucosa es el más simple de los carbohidratos, lo que lo hace un monosacárido, es decir, que tiene un azúcar, es para el cuerpo humano lo que la gasolina para un coche, la fuente de energía para desarrollar con normalidad la actividad diaria. Después de ingerir alimentos, se produce un súbito aumento de los niveles de glucosa en sangre. Ante esto, de inmediato entra en escena la insulina, que es la hormona encargada de regular el nivel de glucosa en sangre, la cual es producida en el páncreas, órgano que está ubicado detrás de la parte inferior del estómago y tiene aproximadamente el tamaño de una mano.
¿Cuál es el nivel normal de glucosa en sangre?
Menor que 100 mg/dl en ayuno
Algunas consideraciones estadísticas sobre la diabetes…
Según las estimaciones, 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. Se prevé que para el año 2040 esta cifra habrá aumentado hasta alcanzar los 642 millones de afectados. La prevalencia mundial (normalizada por edades) de la diabetes casi se ha duplicado desde ese año, pues ha pasado del 4,7% al 8,5% en la población adulta. Ello supone también un incremento en los factores de riesgo como el sobrepeso o la obesidad. En la última década, la prevalencia de la diabetes ha aumentado más deprisa en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos. En 2012, la diabetes provocó 1,5 millones de muertes. Un nivel de glucosa en la sangre superior al deseable provocó otros 2,2 millones de muertes, al incrementar los riesgos de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo. Un 43% de estos 3,7 millones de muertes ocurren en personas con menos de 70 años. El porcentaje de muertes atribuibles a una glucemia elevada o a la diabetes en personas menores de 70 años de edad es superior en los países de ingresos bajos y medios que en los de ingresos altos. (Informe Mundial sobre la Diabetes, OMS, 2016).
Tipos principales de Diabetes
La diabetes mellitus tiene varias categorías, incluyendo tipo 1, tipo 2, diabetes de inicio en la madurez del joven (MODY), diabetes gestacional, diabetes neonatal y causas secundarias por endocrinopatías, uso de medicamentos, entre otras. Podría decirse que los más comunes son los subtipos de diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2, que clásicamente resultan de una secreción de insulina defectuosa para el tipo 1 y/o de una acción defectuosa de la insulina en el caso del tipo 2.
La Diabetes tipo 1 generalmente se presenta en niños o adolescentes, mientras que la Diabetes tipo 2 tiene tendencia en adultos de mediana edad y mayores que tienen hiperglucemia prolongada debido a un incremento en los niveles de obesidad, sedentarismo y una dieta inadecuada. (IDF Diabetes Atlas 8th Edition 2017). La diabetes tipo 1 se caracteriza por la destrucción de las células beta del páncreas, típicamente secundaria a un proceso autoinmune, en consecuencia, la insulina está ausente o es extremadamente baja.
La diabetes tipo 2 implica un inicio más insidioso en el que un desequilibrio entre los niveles de insulina y la sensibilidad a la insulina provoca un déficit funcional de insulina. La resistencia a la insulina es multifactorial, pero comúnmente se desarrolla a partir de la obesidad y el envejecimiento.
Es importante saber que las células beta son las encargadas de la producción de insulina. Estas células se encuentran en el páncreas, dentro de grupos de células que se denominan “islotes”. Tanto en la Diabetes tipo 1 como en el tipo 2, diversos factores ambientales y genéticos pueden resultar en la pérdida progresiva de la función y/o la masa de células beta, que se manifiesta clínicamente como hiperglucemia.
El término "hiperglucemia" se deriva del griego hiper (alto) + glykys (dulce/azúcar) + haima (sangre). La hiperglucemia es glucosa en sangre superior al valor normal de 100 mg/dl en ayuno.
Una vez que la hiperglucemia aparece, los pacientes con cualquier forma de diabetes se encuentran en riesgo de desarrollar las mismas complicaciones crónicas. (Standards of Medical Care in Diabetes 2018).
La hiperglucemia, a largo plazo, puede provocar un gran daño en diversos órganos del cuerpo, llevando al desarrollo de diversas complicaciones que ponen en peligro la vida, como enfermedades cardiovasculares, neuropatía, nefropatía, y enfermedades en los ojos, que llevan a retinopatía y ceguera. Por el contrario, si se logra un manejo adecuado de la diabetes, estas complicaciones se pueden retrasar o prevenir. (IDF Diabetes Atlas 8th Edition 2017) La diabetes tipo 2, previamente conocida como Diabetes no insulinodependiente ó diabetes del adulto, representa el 90-95% de todos los casos de Diabetes.
La dieta es un componente esencial para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y para su prevención, el exceso de peso causa por sí mismo un grado de resistencia a la insulina. Los pacientes con Diabetes que no tienen sobrepeso u obesidad pueden tener un incremento en el porcentaje de grasa corporal distribuida predominantemente en la región abdominal. Uno de los principales factores de riesgo es tener un índice de masa corporal mayor de 25, y una circunferencia de cintura de más de 102 cm en hombres y 88 en mujeres. (Pérez A. 2014) (Standards of Medical Care, ADA 2018).
Actualmente, no existe cura para la Diabetes, pero los diferentes recursos que existen (medicamentos, equipo para detección, técnicas de educación, asesoría nutricional) ayudarán a lograr el cambio. (IDF Diabetes Atlas 8th Edition 2017).